5/04/2007

Brunete 1938


Brunete 1956



Brunete 2006



LA DESTRUCCIÓN DE UN PUEBLO.

Cuando las tropas de Líster de la 11 División llegaron a las puertas de Brunete el 6 de julio de 1937, el pueblo se encontraba dormido y prácticamente indefenso. Si bien era el centro del dispositivo nacionalista en la zona, la defensa del sector estaba basada en los núcleos, de Este a Oeste, de Vértice Mocha, Villanueva de la Cañada y Vértice Llanos. En Brunete estaba la jefatura y el puesto de socorro. Las tropas especializadas en incursiones discretas del EPR se habían colado sin disparar un solo tiro y sin las habituales preparaciones artilleras.

Para entrar en Villanueva si estaba programado un ataque en toda regla, con artillería y aviación, pero para cuando este empezó, las tropas republicanas ya andaban en Brunete, que a la sazón esta cinco kilómetros más al sur, es decir más dentro de la retaguardia, que Villanueva.

El pueblo cambió de manos sin que se viese dañado.

Lo peor para Brunete, ya sin rastro de los escasos habitantes civiles que se habían mantenido allí, vino después. La 11ª división quedó allí parada y el pueblo se convirtió en primera línea de fuego. Y aunque no sufrió durante los primeros 18 días ningún asalto, si fue objetivo de la artillería nacionalista, que bien sabía que sus calles eran un hervidero de tropas. Pero fue el 24 de julio cuando Brunete sufrió la parte más dura. La festividad del recién nombrado santo patrón hispano era idónea para dar el golpe de gracia a la incursión republicana: a toda costa al día siguiente Brunete sería liberado. La artillería fijó la torre de la iglesia y el fuego de mil infiernos se abatió sobre la villa. Desde el sur, e intentando envolver el pueblo por Oeste y Éste, la 13 división nacional sale de sus refugios a las 7 de la mañana del día 24. El Regimiento Regalado no puede seguir y la zona izquierda del avance se paraliza, mientras que en el otro extremo los hombres de Alvarez Entrena desarrollan fortísimos combates que terminan con el cruce de la carretera y con el pueblo rodeado en tres cuartas partes. La crudeza de estos combates queda reflejada en el dato de que la toma de un solo complejo de trincheras perdieron la vida más de 100 soldados republicanos. A la noche, solo el cementerio (triste coincidencia: un ejército y una ofensiva van a morir a un cementerio) queda en manos de los leales. Allí se han juntado, en mezcla curiosa y explosiva, la 11ª del consumado comunista Líster y la 14ª del anarquista Cipriano Mera.

De lo que pasó en el cementerio trataré en otra ocasión, pero lo cierto es que durante la noche del 24 al 25 hubo nuevos ataques para recuperar el pueblo. Al paso y tiro de los carros T26 un combinado de las dos divisiones intentó lo que de antemano se antojaba imposible. Finalmente, tras 36 durísimas horas, con combates puerta por puerta, Brunete dejó de sufrir.

No quedaba nada en pie, salvo la iglesia totalmente carcomida por los impactos de artillería, una antigua nave (que aún se conserva y que sirvió durante la reconstrucción para albergar a los presos) y la casa que sirvió de Cuartel General a Enrique Líster.

Después, en 1940, llegó la Dirección General de Regiones Devastadas.

Fotografías: Vistas aéreas de Brunete años 1938, 1956 y 2006. Orientación Norte, misma escala, mismo encuadre.

1 Comments:

Blogger Felix said...

Excelente articulo,me encanta tu blog

saludos

2:57 p. m.  

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